¿Que la vida sigue? A LA MIERDA.
Tenías nombre propio, amor... Tenías una sonrisa de esas que no se saben poner así como así. Tenías un olor que se restregaba con el viento, y se pegaba en mi ropa los viernes, a las nueve y treinta y tres de la mañana. Te fumaba, amor, te fumaba en ocho caladas y te apagaba en mi cuerpo, jodiéndome a quemaduras, y por eso ahora estoy marcada de cicatrices que sólo hablan de ti.
Seguidores
¿Qué me sugieres que haga? me estoy muriendo por dentro,fui gilipollas al pensar que una ruptura estaría bien y mis estados de ánimo no estarían por los suelos,pero te quiero.No sabes lo que es caer de un precipicio y que aparezcas de golpe y de frente abrazándome,tampoco sabes lo que es escribir un texto así con los ojos llenos de lagrimas y con el poco oxígeno que te queda.